Por: Agatino Zurria
Redacción.- Probablemente usted no haya oído de un filme llamado “Distant Voices, Still Lives” con la que Terence Davis irrumpió en el mundo del cine de arte y ensayo, o su última pelicula “Benediction”, pero en los círculos intelectuales y los festivales internacionales, se trata de un realizador que siempre impresiona por la belleza formal y la ambientación lacónica de sus películas, compartiendo con el escaso público que lo seguía sus memorias pasadas, experiencias personales y reflexiones sutiles de su vida homosexual.
Davis falleció después de una corta enfermedad, el 7 de octubre, según se anunciara en medios sociales su página oficial.
Su filmografía incluye “The House of Mirth” protagonizada por Gillian Anderson (quien llegó a la fama con su personaje de Scully en Los Expedientes Secretos X), The Deep Blue Sea, con la ganadora del Oscar Rachel Weisz (quien fuera nominada una vez mas por esta cinta en 2011), y “A Quiet Passion”, con Cynthia Nixon (de “Sexo en la Ciudad”) en el papel de la poetisa norteamericana Emily Dickinson.
Sus films suelen centrarse en épocas pasadas, contener muchos silencios y en ellos, los personajes suelen cantar en algún momento, algo que él mismo confesó formaba parte de su infancia. No se trata de un realizador que atrae a las masas o especialmente dotado para el cine frenético de hoy en día, hecho para personas con poca atención. De hecho, en entrevista con la revista de la red IndieWire, declaró “Si me pidieran que hicera algo como “Rápido y Furioso 29”, seguro el resultado sería muy lento y ligeramente irritante”.