La Fiesta del Pueblo ha sido testigo del crecimiento de la población latina en el estado, pero también, en su evolución como festival, ha ido abriendo espacio de la misma forma como se ha abierto camino la comunidad hispana.
Raleigh NC. – Era septiembre de 1994. El Lincoln Center en Chapel Hill abría sus puertas para recibir a quienes querían conocer un poco más de una comunidad latina que comenzaba a crecer en Carolina del Norte. Fue en ese lugar, donde se gestó la historia del que sería el festival más grande del área del Triángulo y sentaría la base para la creación de la organización El Pueblo.
“Recuerdo que fue la primera vez que vi tanta gente latina reunida en un mismo espacio, me dijeron que habían llegado casi mil personas”, cuenta Florence Simán quien participó como asistente de esa celebración.
Simán, quien actualmente es directora de desarrollo de El Pueblo afirma que la Fiesta del Pueblo “fue una de las primeras oportunidades en que las personas de Carolina del Norte podían ver y aprender de nuestra cultura”.
“Fui a la Fiesta del Pueblo por mi hija”
La puertorriqueña Norma Martí recuerda, como si fuera la primera vez, el día que acudió al festival. No hacía mucho que ella y sus dos hijos se habían mudado de Indiana y La Fiesta se había trasladado a los salones de la escuela secundaria Chapel Hill.
“Era la mitad de los 90 y mis hijos eran los únicos latinos en la escuela. Yo iba (a La Fiesta del Pueblo) por mi hija, porque para mí era importante que ella mantuviera sus raíces latinas”, indica Martín quien años después pasaría a integrar el equipo de El Pueblo.
El cambio en la comunidad
De acuerdo con datos del Censo, en la década de los 90, la población latina apenas superaba los 76 mil habitantes en Carolina del Norte y para el 2000, eran más de 227 mil. Ese crecimiento poblacional coincidió con la evolución del festival.
El Exposition Center y el edificio Jim Graham en la Feria Estatal se convirtieron en los lugares para celebrar durante dos días consecutivos la tradición y cultura latina. Esos enormes salones fueron, en 2008, testigos de la celebración de los 15 años de la Fiesta que reunió a más de 30 mil asistentes, que disfrutaron del entretenimiento y de los servicios y recursos que brindaba El Pueblo como organizador del evento.
“En el 2004 fue la primera vez que participé en La Fiesta del Pueblo cuando se realizaba en la Feria Estatal. Era promotora de salud de El Pueblo y recuerdo que ese año tuvimos talleres, pruebas de salud básica y regalamos asientos para niños”, rememora la activista Martha Hernández del Comité de Acción Popular. “En ese momento La Fiesta era el lugar donde podía encontrar de todo: información, comida y música… y sigue siendo esa festividad del año donde sabes que vas a encontrar todas las nacionalidades”.
El impacto
La Fiesta del Pueblo ha sido testigo del crecimiento de la población latina en el estado, pero también, en su evolución como festival, ha ido abriendo espacio de la misma forma como se ha abierto camino la comunidad hispana.
“Comenzar con algo chiquito, pasar a la Feria Estatal y después estar en la calle Fayetteville, el downtown que ya es difícil de poder lograr… El impacto de Fiesta es no solo se le da información a la comunidad ese mismo día, sino que otras organizaciones han podido ver que se puede hacer un festival latino y que aquellas que hablan solo inglés se esfuercen para brindar servicios en español”, afirma Carla Mena quien formó parte del grupo juvenil de El Pueblo en 2004.
Para Mena, La Fiesta del Pueblo, es “un referente para la comunidad latina que vive en Carolina del Norte que se siente, en un día, que están representados”.